PUNTOS FUERTES: Perímetro talentoso. Determinantes en transición.
PUNTOS DÉBILES: Faltan especialistas defensivos. El rebote.
Los Hornets llevan seis años seguidos sin pisar los Playoffs y, de hecho, atrapados en una zona sin aparente margen de evolución (en cinco de esos cursos han ganado entre 33 y 43 partidos). Así, la segunda eliminación consecutiva en el Play-In (ambas con derrotas por más de veintiséis puntos) le costó el puesto a un técnico, James Borrego, al que la franquicia había renovado el verano anterior. En la NBA los cambios de escenario llegan demasiado rápido.
Para relanzar el proyecto, Charlotte dirigió su mirada hacia Kenny Atkinson pero, tras llegar a un acuerdo con él, finalmente este decidió permanecer a la sombra de Steve Kerr en los Warriors. Tras lo ocurrido, la franquicia acabó apostando por un viejo conocido que, en realidad, orquestó el último viaje de los Hornets a las eliminatorias (2016): Steve Clifford. Con él al mando, los Hornets se clasificaron dos veces en cinco años para la fase final, teniendo su defensa en el Top 10 NBA en tres de esas cinco temporadas. Y esto último, su conocimiento defensivo, es un motivo de peso para su retorno.