PUNTOS FUERTES: Inicios del dúo Green-Smith. Buen núcleo joven que evolucionar.
PUNTOS DÉBILES: Carencias estructurales en ataque y defensa. Enorme inexperiencia.
Por segundo año consecutivo, los Rockets tuvieron el peor balance de la Liga. Su inicio ya fue, de hecho, una demostración de intenciones: perdieron dieciséis de sus primeros diecisiete partidos. Aunque la racha que tuvieron justo a continuación, de siete victorias seguidas, bien pudiera servir como guiño a la evolución de su núcleo joven durante la segunda mitad de la campaña.
Esto último es, en realidad, el principal objetivo de la franquicia, que ha abrazado sin pudor la fase profunda de la reconstrucción, algo directamente relacionado con perder partidos, captar talentos jóvenes e intentar desarrollarlos. Un ciclo que se repite cada campaña.