Escrito por Luis Vallejo
"¿Qué va a hacer? ¡La ha machacado! ¡Por primera vez en la historia de la WNBA, alguien ha hecho un mate! ¡Ha sido Lisa Leslie!"
Estas palabras, que se convirtieron en la banda sonora de un momento icónico, resonaron en miles de hogares en Estados Unidos a finales del mes de julio de 2003. Lisa Leslie, dos veces campeona de la WNBA por aquel entonces, había puesto su sello a uno de esos instantes que lo cambian todo. Sin redes sociales, pero con la televisión, los periódicos y el boca a boca como medios de difusión, aquel vuelo quedaría grabado en la memoria de todos. Lo imposible, ya no lo era. Lisa Leslie lo había demostrado.
La pívot de Los Angeles Sparks, drafteada en 1997, se había convertido en la gran figura de la competición tras la dinastía inicial de las Houston Comets. A la par que Kobe Bryant, y con muchos puntos en común, ella también se encontraba en proceso de construir su propia historia en el Staples Center. La exigencia no era discutible y el éxito terminó llegando posteriormente.
"Es un honor cuando tienes la oportunidad de jugar para la misma franquicia toda tu carrera", relata más de dos décadas después de su segundo título para NBA ID, consciente de lo extraordinario de su caso. "Muchos jugadores se mueven y toman las decisiones que más les convienen a sí mismos y a sus familias. A veces la hierba es más verde en otro lado, y a veces no. Eso es así para todo el mundo. Y además, los equipos siempre están moviendo jugadores, así que eres realmente afortunada cuando tienes la oportunidad de jugar para la misma franquicia. Estoy muy agradecida de pasar toda mi carrera en LA, al igual que Kobe Bryant", cuenta la leyenda WNBA.
Durante su estancia en Hollywood, las vitrinas de Lisa Leslie se llenaron. En 12 años, que no fueron más por la llegada tardía de la WNBA a su vida, la californiana se puso 2 anillos (2001 y 2002) en los que salió elegida MVP de las Finales, consiguió el MVP de las temporadas 2001, 2004 y 2006, y fue convocada para el All-Star Game hasta en ocho ocasiones. Una cita en la que, rodeada de estrellas, treminó siendo la más destacada en tres encuentros diferentes. Sin embargo, por encima de lo tangible, se encuentra lo que no lo es. Ninguno de esos trofeos, que resumen 11 magníficas campañas, alcanzan la dimensión de lo que significó su juego y vuelos en el Staples Center. Aunque tan solo la mezcla de acontecimientos de ambas índoles permiten explicar de manera justa la retirada de su dorsal #9 en las Sparks.
Leslie abrió el camino del atrevimiento. Los vuelos hasta el aro no eran imposibles, pero nadie había apostado por ellos hasta que se colgó tanto en temporada regular como en el All-Star. A Leslie le siguieron Michelle Snow (2004), Candace Parker, su pupila en LA, Sylvia Fowles, Brittney Griner y una lista que ha seguido ampliándose hasta hoy en día.
Aquel camino hasta la gloria fue presenciado por numerosos testigos, entre los que se encontraron dos españoles en su recta final: Pau Gasol y Marta Fernández. Ambos aterrizaron en California cuando Leslie ejercía de líder veterana y terminaba de dar forma a su histórica figura. Para ella, los dos guardan un espacio entre sus recuerdos. "Oh, Marta me encanta. Es dulce y amable. Trabajaba duro en la pintura y tenía buen tiro desde el exterior. Una muy buena compañera de equipo", cuenta Leslie, instantes antes de mostrar su aprecio por Gasol. "Amo a Pau. Paul es otra persona dulce, un alma bondadosa. Muy trabajador. Un gran hombre de familia. Me encantaba su juego. Él y Kobe eran un doble gancho para los rivales. Dos personas a las que quiero de verdad. Y, Pau, ¡bendiciones y felicitaciones por la retirada de tu camiseta!", afirma con aprecio.
Marta Fernández disputó la temporada 2007 en las Sparks (regresó en 2009 pero fue el descarte de un equipo que aspiraba de nuevo al título), justo el año en el que Leslie fue madre. No fue una campaña sencilla. La franquicia finalizó con un balance de 10 victorias y 24 derrotas, en última posición de la competición. A sus 25 años, pese a todo, la exterior española dejó muy buen sabor de boca. Tanto, que se coló en el mejor quinteto de rookies. Sin Leslie, tiró del carro. Un hito que cobra mayor valor si tenemos en cuenta su procedencia europea y edad, ya que hasta 2022 (Rebekah Gardner) nadie mayor que ella había logrado meterse entre las mejores novatas.
Tina Thompson, Lisa Leslie, Marta Fernández y DeLisha Milton-Jones (2009)
A nivel colectivo, tampoco fue todo negativo. La temporada de transición acabó convirtiéndose en el pick #1 del Draft de 2008. Esa plaza que llevaba escrito el nombre de Candace Parker. El relevo generacional de Leslie, la encargada de tomar las riendas de la franquicia cuando la experimentada interior decidiera colgar las botas. "Lo mío con Candace fue interesante", rememora. "Llegó siendo rookie y nos llevábamos muy bien. Éramos dos gotas de agua, y creo que nos compenetramos muy bien. Fue una pena que yo estuviera en el final de mi trayectoria, lista para dejarlo, cuando ella estaba empezando su carrera", recuerda Leslie.
Casi década y media después, la leyenda de las Sparks lo sigue teniendo muy claro. Como si de una espinita clavada se tratara, algo poco habitual en ella, ya que otra cosa no, pero Leslie ganó todo... aunque no con su aprendiz. "Pasamos un tiempo genial en la cancha. Por desgracia, no ganamos un campeonato juntas. Esa es una de las cosas que me gustaría haber conseguido. Si nos hubiera dado algo más de tiempo, yo en mi prime y ella en su prime, se habría acabado", asegura con plena confianza y, probablemente, con toda la razón.
Desde entonces, la WNBA ha cambiado de maner a considerable. La liga que dejó la interior de Compton en poco se parece a la que hoy en día disputan las estrellas. Quizá no en la cancha, puesto que el juego evoluciona de manera progresiva, pero sí en el envoltorio que rodea la competición. Todo por lo que jugadoras como Leslie lucharon en su día ha ido haciéndose realidad con el paso de los años. Todavía con mucho camino por recorrer, la realidad ya es otra.
"El convenio colectivo, para que todas las jugadoras cobren más dinero, ha sido sobresaliente. El apoyo a mujeres durante su embarazo y que cuenten con el apoyo de sus equipos, también ha sido realmente genial. Estoy feliz de ver que hay políticas al respecto", opina Leslie. A sus 50 años, la exjugadora continúa muy ligada a la que en su día fue su liga, pero también a la NBA. Dos competiciones a las que ha visto acercarse cada vez más entre sí. "Creo que en general, el crecimiento de la NBA y la WNBA como una hermandad, apoyándose mutuamente, ha sido increíble. Y la ayuda de las redes sociales y las diferentes plataformas para promocionarlo. Creo que ha sido excelente el crecimiento, el reconocimiento, y el nivel de respeto. La NBA y los jugadores nos han apoyado tanto... probablemente nuestro apoyo número uno" , concluye una de esas figuras que pusieron todo su empeño y esfuerzo para llegar a una realidad cada vez más optimista.