A continuación, Gonzalo Vázquez y Andrés Monje dan respuesta a todas las preguntas que nos habéis hecho llegar:
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¿Qué sentís y qué pensáis cuando conocéis a las personas que disfrutan tanto con lo que hacéis (artículos, El Reverso, las propias conversaciones con vuestros fans...), y cómo habéis cambiado personalmente gracias al baloncesto?
Gonzalo Vázquez: Creo hablar por los dos si digo que nos consideramos profesionales discretos, de cierto pudor ante el ruido mediático y de redes que tanto apremia hoy día. Por lo que el feedback que recibimos es el único alimento que verdaderamente ponemos en valor, sea cual sea el canal. Cuando tenemos la ocasión de conocer a alguno de vosotros y podemos confirmar lo positivo de esa relación, que llegáis a apreciar de verdad nuestro contenido y estilo, es la cosa más satisfactoria del mundo.
Andrés Monje: Coincido en lo que comenta Gonzalo, de forma interna lógicamente se siente una satisfacción profesional que justifica todo el esfuerzo previo. Los dos creemos en un tipo de contenidos y periodismo por el que apostamos y que la recepción nos demuestre que, en realidad, ese deseo de hacer las cosas, en fondo y forma, es compartido… genera una gran alegría. Y desde luego anima mucho a seguir. El baloncesto es, al final, un medio para conectar vidas alrededor de él, de lo que sucede y sus protagonistas.
Este verano, al volver a escuchar el episodio de los Nets, ya hablabais de agentes libres y Kevin Durant. Y de la relación de Curry y D’Angelo Russell. ¿Lo veíais venir, estaba tan claro o es casualidad? ¿Tenéis información de fuentes internas, una gran capacidad de análisis?
AM: Bueno, es muy difícil predecir qué puede suceder en la NBA. A casi cualquier nivel y además ahí está una parte de su magia, en lo imprevisible. Dicho esto, sí se pueden conocer o descifrar posibles caminos para ciertas cosas, en base a narrativas potentes, opciones que son factibles y razonables o conociendo qué tipo de personalidades están implicadas, sobre todo en lo relativo a traspasos o firmas de agentes libres. Pero de ahí al punto de ejecución de un proceso hay un camino grande. De hecho es posible que, en bastantes casos, solo los propios protagonistas sepan qué va a suceder. Al final está solo en su mano.
Nosotros podemos contar esas situaciones y de hecho disfrutamos precisamente acercando detalles que ocurren, normalmente tras el telón, y pueden acabar marcando la diferencia. Pero al final, aunque tengamos nuestras ideas y opiniones y podamos dar contexto para ayudar a entender las cosas, solo somos transmisores de lo que sucede.
GV: Al hilo de lo que comenta Andrés, sí me gustaría recordar algo que se impone ahora como un fenómeno que viene a marcar esta época: el nuevo empoderamiento de las estrellas para elegir destino. Nosotros, con ese programa al que aludes, podíamos elogiar un escenario novedoso, revisar cómo se había alcanzado y destacar que se abría un destino muy jugoso para estrellas. Pero al final, es en la pura intimidad entre dos amigos donde se gesta algo como esto, es decir, son Irving y Durant quienes deciden cambiar de aires y abrir nueva etapa en una organización nueva, fresca y libre de culpa. Es como la maniobra de Kawhi reclamando a George a su lado. Un escenario facilita las cosas, una organización que puede hacerlo está encantada de atraer ese estrellato. Pero sobre esos requisitos uno comprueba que la última palabra es ahora propiedad de los (grandes) jugadores. A mí esta cuestión, esta como revolución de la mercancía, me fascina tanto que posiblemente dediquemos un programa a desgranar la importancia real del fenómeno y su lugar en la historia.
Supongo que recibís muchas peticiones. Los monográficos son mis favoritos. ¿Habéis valorado hacerlos de figuras del pasado? Maravich, Auerbach, Kukoc, Fernando Martín, Riley, Stern...
GV: Claro que recibimos peticiones así y valoramos siempre esos detalles. Pero también debemos una explicación de por qué hacemos lo que hacemos y no otra cosa. El programa nació vinculado a la actualidad NBA y los nombres y episodios que abordamos derivan casi siempre de ella. Esta es la prioridad. Eso no quita que una retirada, una muerte, un aniversario, nos impulse a dedicar un histórico. Y tampoco que haya un margen en el futuro para incorporar alguno cada cierto tiempo. No obstante quiero hacer notar que no pocos de esos nombres aparecen también en nuestros programas por la panorámica histórica a que siempre nos obligamos. Y que El reverso es aún muy joven, estamos abiertos a cambios y hacemos camino al andar.
AM: Lo ha explicado bien Gonzalo. Valoramos cada sugerencia, es además bonito que nos hagáis llegar vuestras preferencias en cada caso. Pero El reverso trata de tocar, como mínimo de forma tangencial, un escenario de actualidad. Sea en pista o fuera de ella, pero ligado de algún modo a algo presente. De todas formas el abanico histórico está abierto, además en el universo NBA tiende a infinito, lo que nos permite jugar en el futuro con ir ampliando horizontes. Por el momento creemos en la fórmula de contar el presente de otro modo, apuntando en ocasiones al pasado e incluso en otros capítulos al futuro. Pero toda sugerencia será siempre bienvenida y para nosotros enriquecedora.
¿Creéis que es la temporada más abierta y apasionante de la historia?
AM: A mí me sucede una cosa, además cada año: la temporada que arranca siempre me parece la más apasionante de la historia. Si sumamos el factor imprevisible que da el hecho de haber abierto la baraja de candidatos al título, el atractivo es máximo.
GV: Es la temporada más abierta en un lustro, que ya es decir. De la historia yo elegiría una buena parte de los años setenta. Ojalá vivamos un periodo como aquel solo en términos de competición abierta. De todas formas, si el campeón de 2020 terminara siendo un equipo de los de, pongamos, segunda línea, ninguno de los cinco o seis que todos concebimos, la temporada sí que nos daría entonces una sensación de sorpresa aún mayor.
¿Creéis que esta temporada las franquicias dosificarán más a sus estrellas en la RS debido al efecto Leonard del año pasado?
GV: Sí. Mientras ya era una elección que venía pujando en los equipos aspirantes, el exitoso ejemplo de los Raptors con Kawhi invita a pensar que el load management ha venido para quedarse, al menos mientras la temporada NBA mantenga intacto su volumen de 82 partidos. La creciente importancia de los equipos médicos, de sus diagnosis en el transcurso de la temporada, enviará mensajes a los cuerpos técnicos que difícilmente podrán obviar. Se trata de un delicadísimo equilibrio entre competición y descanso con el único objetivo de preservar las estrellas al 100% para el tramo vital: la postemporada.
AM: También lo creo. El ejemplo de Leonard es determinante por el final que todos sabemos y que, a su forma, valida lo anterior. Ese fin justifica los medios. La gestión física de los jugadores, por mucho que cada año el calendario trate de relativizar y limitar esfuerzos prolongados y continuados, es un factor determinante para el éxito. El load management es una herramienta dirigida especialmente a franquicias candidatas al título pero tenderá a esquivar las necesidades mediáticas de la propia Liga, especialmente en lo relativo a encuentros de televisión nacional, mientras busca su propio bien. 50 victorias y una estrella descansada servirán más que 57 y una estrella mental y físicamente agotada cuando llega el período clave: a partir del mes de abril.
¿Cómo creéis que encajarán Horford y Embiid como dupla interior? ¿Puede funcionar la pareja?
AM: Es curioso cómo juntar a dos grandes nos genera cierto recelo hoy en día. Pero estos dos comparten la etiqueta de ‘tamaño inteligente’. Y por eso pienso que pueden funcionar, que lo tienen todo para hacerlo. Horford es un jugador que flexibiliza mucho todo lo que tiene al lado, tanto en ataque como en defensa. Es muy versátil y adaptable a todo tipo de funciones que su equipo necesite.
Sí es cierto que en ataque va a tener más responsabilidad en su tiro pero la coexistencia no solo es posible sino que además debería ser factible. Los dos saben hacer demasiadas cosas bien como para no funcionar, incluso aunque puntualmente puedan pisarse ciertas zonas en cancha.
GV: Lo primero que me acude con ellos es el abrumador poder defensivo que concentran juntos. Y seguidamente los formatos que representan también juntos (con Simmons, un imponente ejemplo de Big Ball) y por separado (Philly cuenta por fin con un quinteto alternativo y útil con Embiid en el banquillo). En ataque imagino a Horford facilitando aún más espacio al cinco mientras su posición abierta representa otra amenaza al triple. El factor que asegura esa versatilidad, el gran diferencial que sumar a todo cuanto habíamos conocido en los Sixers, es el dominicano, uno de los interiores más adaptables del mundo, un lujo que debería oxigenar a Embiid por primera vez en su carrera.
Buenas, enhorabuena por seguir otra temporada más y gracias por lo que nos dais, que es mucho. ¿No creéis que con el fichaje de Kemba Walker tanto Jaylen como sobre todo Tatum darán este año el paso adelante que todos esperamos? Al fin y al cabo a Kemba se le ve más un jugador de equipo y curiosamente a los mejores Celtics les hemos visto sin Kyrie en la cancha. Mucho ánimo y gracias.
GV: Creo entenderte que los Jays disponen de más espacio vital con Kemba que con Kyrie y que el primero condiciona menos el sistema de juego que el segundo (por no hablar del vestuario, que es la fuente anímica de la que bebe un equipo). Estando de acuerdo me gustaría muchísimo poder comprobarlo y matizar de paso un detalle: el esperado salto de Tatum, y en menor medida de Brown, dependerá siempre mucho más de ellos que de un tercero, por muy importante que sea. Y en el caso de Tatum especialmente.
AM: Kemba es, en parte y entiéndase, un nexo entre presente y futuro. Entre su propio nivel que debe marcar el ritmo actualmente y su liderazgo colectivo –el que descartó a Kyrie para el proyecto- que debe dar paso de forma fluida al crecimiento de Tatum y Brown. En este caso, como en muchos otros, lo anímico puede ser determinante para que veamos después lo deportivo, es decir lo que ocurre de puertas para adentro apunta a ser vital para que los Jays brillen más de puertas para afuera. Pero siempre, y esto es no menos importante, que parta de la ambición y el ejemplo de los Jays ir cubriendo esas etapas. Kemba, por su personalidad y trayectoria, lo puede facilitar. Pero los que han de subir la montaña seguirán siendo ellos.
¿Cómo veis que se le presenta la temporada a GSW. ¿Hasta qué punto notarán su falta de altura? ¿Veis a Cauley-Stein explotando y haciendo una buena campaña? ¿A quién veis titular, a él o a Looney?
AM: Más que por tema de altura, creo que son dudas defensivas. Porque de primeras no van a disponer de Durant, Iguodala y Thompson, que son tres jugadores que posibilitaban eso que llamábamos ‘Death Lineup 2.0’. Y son piezas básicas en la estructura atrás. Es decir más que de tamaño pienso que se trata de un tema de versatilidad y recursos defensivos, creo que los Warriors van a necesitar reorganizar su esquema defensivo, porque han perdido nivel y deben suplirlo con consistencia. Y no va a ser sencillo.
Sobre Cauley-Stein, es un acierto de su Gerencia considerando el contrato que es. Y un jugador más que útil en sistemas como los que viene usando Kerr en ataque. Pero quiero ver si es capaz de mejorar su impacto defensivo y en rebote. Por eso pienso que Looney, muy del gusto de Kerr y un jugador que aporta un equilibrio enorme en casi cualquier aspecto, es en principio más importante. Más allá de quién salga de inicio.
GV: Por centrarme en el interior coincido en Looney, que al menos forma parte de todo lo conocido y no de todo lo que toca encajar. Yo sí creo que tienen un evidente problema de altura al menos hasta la vuelta de Cauley-Stein. De hecho Chriss ha demostrado ser una auténtica necesidad ante los vacíos para defender a grandes que pueden padecer los Warriors este año. No todo puede recaer sobre Draymond de principio a fin. Por eso, reconociendo el trabajo y equilibrio que aporta Looney, tengo un particular deseo de comprobar cómo se instala Cauley-Stein en una estructura tan renovada. Es de suponer que Kerr lo irá probando en diferentes formatos hasta establecer su rol ideal, que a mí se me acerca a la condición de martillo, de constante finalización al aro (donde maximizarlo y limitar sus errores). El gran enigma Warriors reside este año atrás. Si consiguen adaptar sus recursos a un esquema creíble hasta la vuelta de Klay, que también incluya evitar sangrías al rebote, tendrán muchísimo ganado.
¿Cuánto tiempo os lleva la preparación y documentación de un programa, aproximadamente?
GV: Depende. Casi siempre la actualidad te obliga a una respuesta rápida. A veces, de emergencia, como JR Smith tras su infausto primer partido de las Finales y que nos obligó casi a improvisar. Pero de costumbre, dos o tres semanas. Cuando intuimos que algún jugador va a aumentar su protagonismo, o que un equipo empieza a funcionar, tratamos de adelantarnos con esa antelación. Pero también ocurre que si hemos previsto abordar algún tema a salvo de actualidad lo podemos preparar durante meses. Es el tiempo que lleva encontrar exactamente el material que buscamos o esperar la respuesta de alguna fuente lo bastante importante para algo así.
AM: Difícil decir porque curiosamente no hay un patrón fijo y cada programa es único, pero lo ha resumido bien Gonzalo. Se trata del equilibrio entre historia y timing, debido al factor actualidad al que hicimos referencia anteriormente, partiendo de un volumen muy alto de historias que podemos manejar de forma simultánea. Gonzalo y yo estamos en contacto prácticamente a diario pero no siempre por motivos del próximo programa sino en bastantes ocasiones buscando definir programas a alguna semana vista. Porque todo detalle puede ser importante para una historia. Cada capítulo tiene máxima atención por nuestra parte, somos firmes defensores del rigor, pero cuando uno acaba, el siguiente ya está abierto y así sucesivamente hasta crear un ciclo que no tiene fin. Porque incluso en verano, ya sin temporada ni competición, surgen ideas y temas que dejamos marcados para cubrir posteriormente.
Estadísticamente, Westbrook es uno de los jugadores más espectaculares de la historia. Sin embargo cada temporada parece más difícil que pueda lograr un anillo. Y en los últimos tiempos se ha extendido la opinión de que su manera de jugar y dirigir a sus equipos es contraproducente porque, se dice, todo el juego gira en torno a él. Sin embargo hablamos de un jugador que ha llegado a promediar más de 10 asistencias por partido. ¿Cuál pensáis que es el problema? ¿Cómo se le recordará cuando se retire?
AM: Si en su caso el problema es no alcanzar un anillo, esto es fruto de una competencia salvaje y, en el fondo, de cómo está construida la narrativa general: uno gana y todos los demás pierden. Una con la que por cierto no estoy de acuerdo plenamente. No todos los que no ganan son unos perdedores.
Dicho eso, su ‘problema’ es que asociar un volumen inmenso de juego y alta productividad es terriblemente difícil. A medida que más absorbes, más complejo es que no lo hagas bajando prestaciones. Su escenario ideal es, en mi opinión, alejarse de ese volumen inhumano que le haga, a la vez, perder vicios asociados a él (malas decisiones, poca regularidad defensiva). Integrarse en un equipo donde se puedan proyectar sus virtudes y reducir sus carencias. Que en el fondo es la clave para todo el mundo. Por su estilo y perfil posiblemente siempre despierte filias o fobias muy extremas, pero creo que se le recordará como un portento de volumen a niveles históricos. Y, como casi siempre, más valorado cuando ya no esté.
GV: Hay una carga negativa en Westbrook que tiende al mismo exceso que lo define. Pero como siempre ocurre con los jugadores malditos, una gran responsabilidad es suya y la otra no. Él es responsable de sus excesos, de su alergia a la templanza y una testosterona en permanente erupción, de sus alocadas decisiones y una cuestionable sensibilidad para el juego colectivo. Esos rasgos en un director de juego penalizan como en ninguna otra posición. Pero al mismo tiempo su impacto real, su sacrificio y entrega, un aprobado alto como distribuidor, su ciego compromiso con el entorno que lo rodea y la fe en golpear una y otra vez lo eximen de muchísima culpa.
En el fondo, no hay grandes diferencias con otros que tampoco pudieron ganar. Para mí es mucho más sencillo y se resume en el poder de los equipos de que ha formado parte y a los que su contribución resultó decisiva. Westbrook ha estado cerca cuando el equipo acompañó. Él es el segundo jugador en importancia para elevar a los jóvenes Thunder a las Finales de 2012 y su valor es incalculable para poner contra las cuerdas a los Warriors en 2016. Todo lo que vino después, ya sin Durant, puede ser heroico, pero más allá supone exigirle algo irreal, injusto y fuera de medida. Y creo que ambas cosas, culpa y realidad, son compatibles. Puede que algún día alcance la gloria y esa situación se produzca cuando su rol, el uso salvaje que ha sido también su condena, se vea por fin reducido.
¿Hasta qué punto veis similitud entre lo que están haciendo los actuales Hawks y el modelo de equipo que se empezó a construir en la bahía hace ya 10 temporadas?Se habla mucho de sus parecidos... pero obviando el acierto en el tiro de 3 (cosa ya común de la NBA actual) no encuentro parecidos razonables:
- Trae Young acumula mucho más balón que 'Steph', y a pesar de su amenaza exterior de alto rango, es capaz de hacer más cosas con el balón y de generar a través del bote, asistiendo mucho más.
- Kevin Huerter sí es más parecido a Klay Thompson, pero aún así más unidimensional y por tanto peor jugador.
- 2 jugadores en los aleros con alto poderío físico como Hunter y Reddish que aportan rebote. Algo parecido a Iguodala, pero a priori con más incidencia ofensiva.
- Mucha importancia en la figura de John Collins. Este tipo de jugador en los Warriors ha surgido en las últimas temporadas y como recurso para comenzar los cuartos y lanzar alley-oops (McGee, Jordan Bell, Damion Jones). Collins tiene más presencia en la pintura y más recursos para influir en el juego.
- No existe un generador interior en los Hawks como sí tienen los Warriors en Draymond Green. La diferencia principal entre estos 2 equipos, quién genera: Young vs. Green. Dos tipos de jugadores distintos, dos formas de aplicar el baloncesto ofensivo. Partiendo de esta base es complicado encontrar diferencias.
¿Qué opinan? ¿Creen que tengo razón? ¿Me estoy dejando algo y es por ello que no tengo nada de razón (jajaja)?Un saludo y muchas gracias por el programa. Seguid así.
GV: Claro que son algo precipitadas las previsiones que asemejan a los Hawks con el modelo Warriors. Pero tampoco son descabelladas como réplica de su teoría de juego. Esa es al menos la clarísima intención de Travis Schlenk y Lloyd Pierce. En el fondo, contar con Trae Young permite el mismo punto de partida. Y un entorno que combina a Huerter, Reddish, Hunter y Collins reúne ya, de entrada, un volumen de talento joven que puede ser de los más prometedores en camino. Creo que Pierce tiene muy claro su mapa de ataque, donde sí encajar el modelo Warriors. El problema es construir atrás algo igualmente creíble. Por eso vale tanto recordar lo difícil de replicar a Draymond y entender su valor como motor defensivo. Por lo demás, hay que empezar a gozar de los Hawks.
AM: Creo que el parecido es mayor a la hora de concepción y gestión de proyecto. En lo relativo a jugadores es difícil, no tanto por formas (y hay casos en los que también) como por fondo: perfiles del nivel y desequilibrio de Curry, Thompson o Green son extremadamente difíciles de encontrar y desarrollar. No es comparable tampoco el momento de carrera de un Young, Huerter o Collins,por citar algunos de los jóvenes en Atlanta, al final en sus primeros años como profesionales, con tipos claves en una dinastía histórica. Se requiere paciencia.
El proceso de nacimiento y evolución, con el peso del Draft a sumar al factor potenciador del cuerpo técnico en sistemas de ritmo, espacio y cierta libertad ofensiva, sí es un elemento común. El espejo de los Warriors es útil, y tratar de construir a partir de él una buena idea, pero su cima es muy difícil de alcanzar.
¿Hasta qué punto la (aparente) fragilidad que puede transmitir Porzingis y la (maravillosa) candidez de Luka pueden truncar un proyecto con más ilusiones que realidades?
AM: Es obvio que el estado físico de Porzingis puede marcar el proyecto. Pero al final sucede en todos los casos, una lesión de una superestrella pone en jaque casi todo lo demás. No obstante más allá de ese factor, que es determinante y podremos resolver una vez veamos al letón en acción, pienso que lo que tienen en Dallas es muy potente. Es difícil mejorar el punto de partida de tener a dos jóvenes con ese nivel y margen de mejora. Y en apariencia tan complementarios.
Lógicamente hablamos de ilusiones más que de realidades porque ambos son jugadores jóvenes, cuyo techo no hemos visto. Pero si la salud respeta, la combinación es difícilmente mejorable a la hora de montar un proyecto ganador. Los dos son muy especiales en sus radios de acción, uno como interior y otro como exterior; y además su conexión apunta a fluida y productiva.
GV: Me interesa especialmente esa visión de ‘aparente fragilidad’ aplicada a Porzingis. Porque por desgracia no es una ilusión óptica. Es más bien costumbre. Quiero decir, no ha habido gigante digamos delgado, casi flaco, que no aparente una condición quebradiza, como si fuera a romperse al menor contratiempo. Es una cuestión de equilibrio corporal, huesos largos, límites naturales, etc. Por eso es tan importante ese fortalecimiento muscular largamente preparado que hemos ido viendo en el letón, al que unir un cuidado estricto y constante a cargo de los mejores especialistas en fisioterapia, al modo de los Jazz con Gobert. Quiero creer que con Porzingis se puede romper esa pésima relación física que siempre vimos con los gigantes. Y aunque ya ha sufrido su primera lesión seria, tal vez sea el último parón con años por delante a pleno rendimiento. Esta es una apreciación personal que no quería omitir. Por lo demás, nada reprochable hay en arrancar un proyecto con la pareja Doncic-Porzingis. Otra cosa muy distinta sería que todo descansara sobre ellos dos. No ahora, digo. A medio plazo.
¿Cuáles creéis que son las historias más épicas de la NBA de la última década (del 2010 al 2020)?
Me mojo:
- La victoria de GSW ante Dallas en 2007.
- Los playoff de Isaiah Thomas con Boston hace unos años.
GV: Compro encantado tus dos opciones. Si es por pura épica y el impacto que las hace pasar a la historiaen grandes letras me quedaría con los títulos Mavs, Cavs y Raptors. Cada uno con su particular gesta y cada una con su héroe: Dirk Nowitzki, LeBron James y Kawhi Leonard, cuyo año en Toronto será por mucho tiempo recordado como el mejor 'one hit wonder' tal vez de siempre. Por añadir dos casos personales: uno, la imprevista explosión de Jeremy Lin como un cuento de hadas real; y dos, el triple de Stephen Curry en Oklahoma como quintaesencia de su valor, de su cima, de su revolución y de su absoluta falta de precedentes. Aquel momento en mitad de la noche fue mágico y sencillamente increíble.
AM: La principal, el título de los Cavs. Por lo que supuso en su momento, derribar a un equipo de 73-9 en fase regular y que dominaba casi a placer las Finales, como por aquello en lo que derivó: unir a Kevin Durant a aquel monstruoso bloque, creando un grupo para la historia. Por añadir una historia individual: la fase final de Kawhi Leonard este mismo año, como cumbre de una era, con todos los ingredientes imaginables y además reviviendo por tramos la tiranía de Jordan, que en el fondo solo hacía concebir un final: donde ganase él.
Una casi sencilla, de mi Kolia. ¿Cuál es el mejor reverso, o el más icónico, o decisivo, de todos los tiempos?
AM: Muy personal esta pregunta. Mi favorito ahí seguramente sea lo visto de Hakeem Olajuwon en poste bajo. Por cómo mezclaba lo eficiente y lo visual… y con el añadido de dificultad por hacerlo con un gran tamaño.
GV: Yo reclamaría revisar el reverso de Dominique Wilkins, el más rápido de la historia hasta la irrupción de Rose. Tiene miga su gestación. Nique llega a la NBA sin grandes recursos técnicos y con serias dificultades de bote en la transición. Mejoró muchísimo en ello desarrollando dos recursos icónicos: uno, el tiro a tabla; y dos, el reverso, que imponía a una velocidad similar al trazado de sus mates. Una reliquia que recordar siempre, como el tan subestimado de Tony Parker.
¿Qué fortalezas tienen este año en San Antonio para poderse clasificar para playoffs, viendo el salvaje nivel de la Conferencia Oeste?
GV: La primera, segunda y tercera ni hace falta recordarla: Popovich. Sigo convencido de que su proeza de rehacer el equipo avanzado el pasado curso y llevar a siete partidos a los Nuggets no goza del crédito suficiente, que en su caso ya es decir. Muy a menudo identificamos a los grandes equipos (sobre todo hoy) en términos de producción ofensiva y un gran poder atrás. Pero rara vez como la máxima capacidad de limitar los errores, aunque se juegue contra la norma. Y no se me ocurre mejor definición de lo que buscarán hacer un año más los Spurs, a los que por fin regresa Murray para verlo morder al perímetro junto a White, confiar en la madurez generadora de DeRozan, en el impredecible caos creativo de la segunda unidad y en algún as de la manga que siempre florece bajo el manto Popovich, alguien que de veras despunte entre, por ejemplo, Walker, Samanic o el mismísimo Forbes.
AM: Ya apunta Gonzalo el factor Popovich y es clave. No tanto por su acción directa, que también, como por la mayor de sus virtudes: hacer que la mayoría de los recursos con los que cuenta sean mejores de lo que parecen estando, a la vez, integrados en una misma idea colectiva. Hablando de pista, tras el truco de magia del año pasado en ataque, donde desafió al sabermetrics con una ofensiva atípica que logró colar en la élite de la Liga, este año espero un repunte defensivo que deben liderar Murray y White. San Antonio es consistencia competitiva, no fallar cuando no debe. Y ese debe ser su mejor aval. Si recuperan nivel atrás, y deberían, van a estar en la pelea otra vez. Y ya irán 23 años.
Mi pregunta va sobre los nuevos Nets de Kyrie y Durant. Aunque es obvio que tienen mejor plantilla que el año pasado y no tengo dudas de que ambos van a rendir desde el minuto uno que se pongan de corto, ¿no creéis que el movimiento entraña más riesgo del que muchos analistas prevén? ¿Qué pensáis?
AM: Lo tiene, sin duda. Y personalizando, lo tiene por Kevin Durant. Es él quien puede hacer que el proyecto sea candidato máximo al anillo, siempre que vuelva bien y se reencuentre con algo parecido a lo que conocemos de él; pero es él quien puede dificultar que eso suceda, si no regresa bien. Porque eso también es una posibilidad. Es decir, hasta que él no regrese no sabemos dónde pueden llegar los Nets.
Hablamos de una lesión muy compleja en un jugador con cierta edad y cuya recuperación es no solo lenta sino también enigmática. Porque no va a ser solo el hecho de volver a competir, sino la necesidad de tener paciencia cuando lo haga para recuperar el nivel pasado. Si es que eso llega a suceder. Durant es un jugador generacional y rendimiento podría dar en casi cualquier escenario, pero el riesgo existe. Eso sí, que ese riesgo exista tampoco niega que la reconstrucción de los Nets, especialmente de Marks en Gerencia y Atkinson en banquillo, haya sido absolutamente maravillosa.
GV: La pregunta tiene su interés. Hay siempre un momento en el rápido crecimiento de un equipo joven en el que toca decidir. O bien seguir adelante con ello o sacrificar algo adquiriendo estrellato como atajo al éxito. A veces, ni siquiera se sacrifica talento. Tan solo se asume el riesgo de vulnerar el método que funcionaba y que había disparado al equipo. Creo que en los Nets (como también lo creo en los Clippers) la prueba reside en comprobar cuánto condiciona Kyrie el escenario creado y cuánto de un escenario positivo queda para cuando se incorpore Durant. En términos prácticos, es un riesgo que merece la pena afrontar. Y de paso, seguir dejando hacer a Marks y Atkinson, artífices de poner en orden a toda una organización hace no demasiado a la deriva y dotarla del mayor atractivo en el principal mercado del mundo. Poca broma.
Buenas: ¿Os parece que esta puede ser la temporada más abierta que hay de cara a ganar el anillo? A priori hay 5-6 equipos (PHI, MIL, LAC,LAL, HOU, DEN...) que si la ganaran, a nadie le sorprendería. ¿Recordáis la última ocasión en que esto ocurrió? Gracias.
GV: De entrada es una temporada abierta, y eso es casi lo mejor que poder decir cada vez que arranca una nueva. Es de hecho la primera realmente abierta en los últimos cinco años. Pero ya que estamos, déjame emplazarte a una brevísima introducción que hacemos en el estreno de temporada de ‘El reverso’. Porque queremos dar la importancia que merece al hecho de que sean varios los aspirantes y el anillo resulte tan impredecible. Esto convierte la temporada en una aventura de verdad apasionante.
AM: Desde la proliferación del modelo Big Three, hasta llegar al cenit con el Big Four de los Warriors, lo es. Porque inevitablemente hay favoritos pero también de menor poder, al menos en apariencia y en comparación con su competencia, que otros años. El Este sí se encuentra más jerarquizado, con dos equipos por encima del resto. Pero el Oeste, al que ya identificamos tradicionalmente como una batalla masiva, toca techo esta temporada. Hay más equipos capaces de pisar el primer escalón de los que se recuerdan en otros tiempos. Por dos motivos: el nivel de esos equipos en segunda fase ha subido y además ha desaparecido la figura del tirano, el equipo claramente por encima de los demás. Así que, en resumidas cuentas, sí: escenario totalmente abierto.
¿Por qué a algunas estrellas que en la NBA son imparables les cuesta jugar igual en competiciones FIBA?
AM: Siempre influyen varias cosas. Aunque hablemos del mismo deporte, el tipo de juego es distinto, entre otras cosas porque incluso la normativa cambia. Para mí hay un factor por encima de los demás y que condiciona el cambio: los tres segundos defensivos. En Europa el defensor puede patrullar el aro con mucha más facilidad y la pintura se acaba saturando de cuerpos, lo que facilita las ayudas defensivas y dificulta los caminos al aro del atacante. Es decir, se ahogan los espacios. En la NBA esa limitación defensiva es mucho más clara, lo que aumenta el espacio en la zona y dificulta esas ayudas. La sensación de amplitud es mayor. No son pocos los jugadores que recalcan la diferencia de jugar en un escenario u otro.
Imagino que el caso que te viene a la mente, al preguntarnos esto, es el más inmediato de Giannis Antetokounmpo durante el pasado Mundial. Para explicarlo no solo se debe valorar ese aspecto normativo, sino también el contexto de equipo: para que Giannis luzca necesita amenazas de tres puntos al lado, con el principal fin de que le hagan amplia la cancha y posibiliten precisamente esos caminos al aro, donde es imparable. En Grecia se encontró no solo una normativa distinta que lo complicaba, sino un equipo que carecía de amenaza al triple y que por tanto hacía aún más notorio el embudo. El contexto es siempre esencial para poder juzgar mejor las cosas.
GV: Además del ahogo espacial que explica Andrés, y más allá de estrellas NBA, me gustaría rebobinar y recordar que la incomodidad americana en el juego FIBA es muy anterior a nuestros días. Tan solo eran un puñado de reglas, pero por ellas sufrían un visible desarraigo, y muy especialmente los profesionales como pudimos comprobar en todas las competiciones que disputaron entre Sydney y Pekín. La falta de costumbre a defensas en zona los hacía colapsar ante las más simples y nunca llegaban lo bastante preparados en términos de tiro. Muchas de sus penetraciones (desesperadas) terminaban en faltas de ataque mientras se veían sorprendidos por la permisividad de algunos contactos. Parte de esa anomia sobrevive hoy día y lo seguirá haciendo mientras no haya unificación de reglas (que difícilmente la habrá). Por eso Giannis o cualquier otra bestia que estalle habitualmente gozando de espacios reconoce sufrir mucho más en baloncesto FIBA.
Quería preguntaros quién creéis que será el jugador y equipo revelación de la próxima temporada.Muchas gracias y enhorabuena por el programa.
GV: No lo sé, pero a nadie haría ningún daño que un equipo fresco, algo rebelde y de juego hiperventilado como los Hawks empezaran a subirse a las barbas. Y tampoco me importaría que Carsen Edwards o Kendrick Nunn pudieran ser grandes historias del año. En realidad, cualquier segunda ronda que derribara la puerta me encantaría. Igual que ver estallar a MarkelleFultz, Dejounte Murray oLonzoBall.
AM: De jugador tengo especial interés en la historia de Jaren Jackson Jr en Memphis. Hay muchos más con oportunidad de explotar pero me seduce su caso. En cuanto a equipo, Atlanta y New Orleans son dos equipos que tienen margen de progresión como para convertirse en revelación y ambos tienen, además, ese factor extra que les puede definir: van a ser dos equipos tremendamente divertidos de ver.
¿Creéis que este año la RS va a estar más entretenida y competida ya que aparentemente no hay un favorito claro? ¿Y como consecuencia de ello no va a haber tantos descansos de los jugadores en cuanto a la carga de partidos?
AM: Sobre lo segundo, sobre todo en candidatos al título, creo que se va a priorizar descanso en el caso de jugadores clave que necesitan cierta frescura en playoffs. Ya sea por edad, historial físico o situación del equipo. Lo vivido con Leonard el pasado curso puede reforzar esa idea de que guardar a tu mejor hombre da resultado en el momento clave, llegado mayo. Claro que hablamos de equipos que puedan permitirse hacer eso, que tampoco es fácil.
Sobre lo primero, apetece muchísimo precisamente por lo abierto que parece todo. El nivel es muy alto y lo es en muchos puntos del mapa. Creo que esa variedad siempre es positiva. Entretenida la temporada me lo parece siempre, la verdad. Pero sí es cierto que ese punto de tener pocas cosas claras y tanto talento repartido eleva aún más las expectativas en la mente.
GV: Sobre los descansos me apoyo en lo que comentábamos arriba. Esa gestión de carga va a acometerse con las estrellas que lo precisen. El equilibrio reside en saber cuándo un descanso no entraña grandes riesgos. Y aunque se van a repartir con medida regularidad veremos el mayor volumen otra vez en el último tercio de la temporada. Por lógica, un margen de victorias que pueda permitirlo y la cercanía de la postemporada. En resumen, valdrá la pena si con ello conservas a tus estrellas al nivel óptimo para las eliminatorias por el título.