Ha habido muchos y muy buenos protagonistas en este año que se acaba. Nikola Jokic se llevó el MVP, el segundo consecutivo, por delante de Joel Embiid y Giannis Antetokounmpo. LeBron James sigue su carrera con Kareem Abdul-Jabbar por ser el máximo anotador de la historia, Jayson Tatum llevó a los Celtics a las finales por primera vez en algo más de una década y Luka Doncic, por citar otro ejemplo, consiguió que su equipo pisara unas finales de conferencia por segunda vez en la historia sin Dirk Nowitzki jugando para los Mavericks. Pero si hemos de elegir el jugador del año, el gran nombre de este 2022, hay que viajar a San Francisco.
2022 consagró a Steph Curry como uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto. En 12 meses acumuló un MVP de las NBA Finals, el primer trofeo Magic Johnson como MVP de las finales de la conferencia Oeste, MVP del All Star Game y sumó su cuarto anillo de la NBA. Y todo con 34 años de edad, haciendo números de mejor jugador de planeta y certificando la verdad más absoluta de todas. Lo que hace Steph en la NBA cada noche no lo hemos visto nunca, por números y por estilo, por resultados y por eficiencia. Steph Curry ha cambiado el baloncesto y, además, lo ha hecho firmando un 2022 como nadie en el mundo.