Hemos pasado ya el ecuador de la temporada regular 2023-24 de la NBA y nos acercamos rápidamente al parón del All Star. Con más de la mitad de los partidos ya disputados ya tenemos una idea de por dónde pueden ir los tiros esta temporada a nivel global, y siempre es interesante en este punto hacer el ejercicio de repartir los premios imaginarios de mitad de temporada.
Estos son los míos.
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Jugador Clutch del año: Damian Lillard
Este puede ser uno de los premios más complicados de valorar, y estamos tan solo en la segunda temporada en la que se entrega, con lo cual no estamos muy familiarizados con lo que se suele votar. Dicho eso, Damian Lillard parece que es el jugador que cuenta con más papeletas para llevárselo, siendo uno de los líderes de la NBA en puntuación en el clutch (menos de 5 minutos, marcador en diferencia de 5 puntos o menos) y contando ya con canastas ganadoras de las que se quedan en la memoria del votante.
Ahora mismo solo parece que Shai Gilgeous-Alexander puede acercarse a él, pero de la misma manera que Lillard tiene la competencia de Giannis Antetokounmpo a la hora de jugar las últimas posesiones, a SGA le ha salido otro gran jugador de clutch a su lado: Jalen Williams.
Siguiente en la lista: Shai Gilgeous-Alexander
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Entrenador del año: Mark Daigneault
Qué premiamos más, ¿al equipo joven que da el salto y se mete en la lucha en lo alto de su conferencia, o al equipo que estaba más o menos establecido pero parece haber dado un salto incluso para ser considerado contender?
Por ahora las señales apuntan a lo primero, y por eso mi elección es Mark Daigneault. Primero, porque creo que no hay motivos que impidan empezar a meter a sus Oklahoma City Thunder en el grupo de contenders. Segundo, porque hemos visto la evolución de los Thunder bajo su mandato en los últimos años, el crecimiento exponencial, y cómo han ido encajando todos y cada uno de sus jugadores hasta el alto nivel que está ofreciendo ahora mismo cada uno en so rol.
Siguiente en la lista: Chris Finch
Mejor Defensor del año: Rudy Gobert
Parece que hayamos vuelto atrás en el tiempo, pero Rudy Gobert vuelve a ser de nuevo la columna vertebral de la mejor defensa de la liga, se parece al mejor Gobert de sus tiempos de Utah, y su mera presencia de nuevo significa tener una defensa top. Se trataría del cuarto premio para Gobert.
Ojo, no podemos descartar tampoco que veamos a OG Anunoby acercarse al francés y poner en riesgo su premio. Otros como Chet Holmgren o Anthony Davis tampoco deberían estar descartados, pero Anunoby tiene este año el subidón de atención de haber pasado a un mercado grande como el de New York, a pesar de que ya fuera igual de buen defensor en Toronto.
Siguiente en la lista: OG Anunoby
Jugador más Mejorado: Alperen Sengun
Lo que sucede con el premio al jugador más mejorado es que últimamente se ha convertido en el “premio a la próxima estrella de la liga”. En vez de premiar más a las mejoras “sorpresa” que podamos ver, de jugadores que dan un salto de la nada o que sabíamos que podían ser buenos pero quizás no tanto, se premia al jugador que se ha colocado en un nivel de élite a pesar de que estuviera ya rozándolo antes.
No digo que este mal, pero yo prefiero valorar un poco más el factor sorpresa. Más o menos todos esperábamos que Tyrese Maxey diera un salto esta temporada con la salida de Harden, así ha sido, y merece valorarse. Pero ese salto también se debe al aumento de rol: juega más minutos, lanza más a canasta, mete más puntos, pero sus porcentajes de acierto han caído.
Personalmente, yo me quedo con el nivel que ha alcanzado Alperen Sengun, alguien que había dejado ya alguna muestra de su calidad, pero este año ha apuntado a que puede alcanzar niveles que quizás no habíamos imaginado.
Siguiente en la lista: Tyrese Maxey
Sexto Hombre del año: Malik Monk
Da la sensación de que no hay una gran terna de candidatos para este premio en los últimos años, especialmente comparado con los tiempos de los Manu Ginobili, Jason Terry, Lou Williams y otros sexto hombres míticos que eran más bien titulares que salían desde el banquillo.
Para este año la cosa parece estar ahora mismo entre tres nombres: Tim Hardaway Jr., Jordan Clarkson y Malik Monk. El primero ha bajado su nivel de acierto en las últimas semanas y la temporada de Dallas parece en peligro de caer en una espiral similar a la del año pasado. Jordan Clarkson ya lo ganó en la 2020-21, pero en esta ocasión me voy a quedar con Malik Monk, sexto hombre de los Sacramento Kings que está firmando su mejor promedio de carrera tanto en puntos como en asistencias.
Siguiente en la lista: Tim Hardaway Jr.
Rookie del año: Victor Wembanyama
La lucha entre los dos grandes rookies de esta temporada es encarnizada, parecía que Holmgren había cogido algo de ventaja, pero en las últimas semanas el nivel de Wembanyama se ha disparado, alcanzando números muy especiales para la cantidad de minutos limitados que le están utilizando los San Antonio Spurs, y para mí ahora mismo debería ser elegido comoºº Rookie del Año.
Habitualmente en este tipo de premios suele haber un factor por el cual se potencian las candidaturas de los jugadores que están en equipos que ganan más partidos, por premiar estar en un equipo ganador por encima de uno perdedor. Pero el premio al rookie del año suele aislarse muy bien de ese factor, y eso juega a favor del francés.
Siguiente en la lista: Chet Holmgren
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MVP: Joel Embiid
Siguiente en la lista: Shai Gilgeous-Alexander
Por último, para el premio gordo, el MVP, la elección en este punto de la temporada sería Joel Embiid, pero no es casualidad que pongamos inmediatamente después quién es el siguiente de la lista.
Embiid está firmando una de las temporadas más dominantes de la historia de la NBA. A actuaciones como la de 70 puntos contra los San Antonio Spurs (nuevo récord de franquicia superando a Wilt Chamberlain) tenemos que sumar unos bestiales promedios de 36 puntos, 11.4 rebotes y 5.8 asistencias por partido, testimonio del enorme impacto que está teniendo en todas las facetas: anotación, defensa, rebote y distribución.
Quizás lo más sorprendente de todo es que Embiid lleve ritmo de romper otro récord de Chamberlain: el de puntos por minuto. En la temporada 1961-62 Wilt promedió 50.4 puntos por partido jugando 48.5 minutos de media, algo que en promedio de 36 minutos por partido se quedaría en 37.4 puntos. Embiid está promediando sus 36 puntos en 34.2 minutos por partido, y si extrapolamos eso al promedio de 36 minutos subiría a 37.9 puntos.
Pero hay un problema: Embiid está acercándose cada vez de manera más peligrosa al límite de 17 partidos que se pueden perder los jugadores para optar a los grandes premios. Deben jugar un mínimo de 65 partidos, y Embiid ya se ha perdido 11, con lo cual solo podría perderse 6 en el resto de la temporada. Lamentablemente, las probabilidades de que eso suceda son altas con Embiid, y ahí entrarían otros candidatos como Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo o, el que sería mi favorito ahora mismo, Shai Gilgeous-Alexander.
