Escrito por Alejandro Gaitán

Cada año, en los últimos meses de la temporada regular, la prensa se vuelca en una de las principales narrativas: ¿quién merece ganar este año el MVP? Desde que la NBA es una liga como tal, el premio al mejor jugador ha sido objeto de debate, polémica y en algunos casos, sorpresas inesperadas. Y es que por mucho que se hable de Nikola Jokic, Joel Embiid o Giannis Antetokounmpo constantemente, la historia del MVP viene de muy lejos. Y no nace en el baloncesto exactamente. El primer MVP en la historia del deporte se entregó en la liga de beisbol en 1911, aunque por aquel entonces tenía todavía otro nombre: The Chalmers Award, nombrado por una marca de coches que buscaba incrementar las ventas. 

El premio se lo llevaron Ty Cobb y Frank Schulte, dos estrellas de la liga, y la normativa estipulaba que el ganador del premio no podía volver a ganarlo. Se mantuvo la legislación al menos hasta 1931, cuando por fin se estableció el MVP como lo conocemos en la actualidad y se permitió volver a votar por un ganador. Para aquel entonces faltaban casi dos décadas para la llegada de la NBA y 25 años hasta el primer galardón entregado en el baloncesto. Y es que en las primeras nueve temporadas no se entregó galardón. El primero fue en 1956, y se lo llevó el alero de los St. Louis Hawks, Bob Pettit, elegido por el resto de jugadores. Desde entonces ha habido 34 ganadores del premio que se conocía como Maurice Podoloff hasta 2021 y que ha sido renombrado como Michael Jordan Trophy.

 

Escucha el episodio 'Definir a un MVP' 

Los más grandes de la historia del deporte han levantado, al menos una vez el trofeo al jugador más valioso de la temporada regular, aunque solo un jugador, Kareem Abdul-Jabbar lidera la lista con más premios. El que fuera durante casi tres décadas máximo anotador de la historia de la NBA ganó tres con Milwaukee Bucks y otros tres con Los Angeles Lakers, para un total de seis, todos en la década de los setenta, desde 1971 hasta 1980. Por detrás de KAJ, Michael Jordan y Bill Russell le siguen con cinco cada uno, y Wilt Chamberlain y LeBron James con cuatro. De hecho, Kareem, Chamberlain, James y Moses Malones han conseguido ganar el galardón con dos equipos, en el caso de Wilt con Philadelphia Warriors (actuales Golden State Warriors) y Philadelphia 76ers, y LeBron con Miami Heat y Cleveland Cavaliers. En el caso de Moses Malone, con tres premios, consiguió dos con Houston Rockets y el último en Philadelphia. 

Al contrario,  Bill Russell (1961-63) Wilt Chamberlain (1966-68) y Larry Bird (1984-86), tres de los mejores jugadores de la historia de la NBA, tienen el honor de ser los únicos en haber conseguido tres galardones consecutivos. Nikola Jokic podría convertirse en el tercero y entrar en una de las listas más exclusivas de la NBA. Y es que todos los ganadores del MVP en la NBA que ya se han retirado de la liga son miembros del Salón de la Fama de Springfield, con la inclusión de Dirk Nowitzki esta temporada siendo el último. Quedan ocho en activo y todos tienen opciones o la certeza de que estarán en el Hall of Fame. 

Seis jugadores internacionales se han llevado el premio, con Hakeem Olajuwon en 1994 siendo el único capaz de hacerlo antes del cambio de siglo. Desde entonces, Steve Nash (2005, 2006), Dirk Nowitzki (2007), Giannis Antetokounmpo (2019 y 2020) y Nikola Jokic (2021 y 2022) son los ganadores nacidos fuera de los Estados Unidos, aunque todo apunta a que el premio en 2023 también se lo llevará un jugador internacional. El serbio es, además, el pick más bajo en haber ganado nunca el MVP, siendo elegido con la elección número #41 en 2014.  Otros llegaron a la NBA ya dispuestos a dominar: dos rookies han ganado el MVP, Wilt Chamberlain en 1960 con Philadelphia Warriors, y Wes Unseld de 1969 como jugador de los Baltimore Bullets.

 

Steph Curry, en 2016, fue el primer jugador en llevarse el MVP de manera unánime, con todos los votos, aunque estuvo cerca de no hacer historia. Shaquille O’Neal en 2000 y LeBron James en 2013 se quedaron ambos a un solo voto de conseguirlo. Aunque igual de histórico fue conseguir la triple-corona: MVP de temporada regular, finales de la NBA y All Star Game. Solo tres jugadores lo han conseguido, Willis Reed en 1970, Michael Jordan dos veces (1996, 1998) y Shaquille O’Neal en 2000, aunque compartió el MVP del partido de las estrellas con Tim Duncan. El premio de haber sido el mejor durante el año, en las finales y en el fin de semana de las estrellas, y además, ganar siempre. 

Desde 1977, cuando los equipos de la ABA entraron a formar parte de la NBA, Bill Walton es el único MVP que se ha perdido más de once partidos. En 1978 jugó solo 58 de los 82 encuentros, aunque Portland ganó 48 de aquellos partidos y acabó con la temporada con el mejor récord de la NBA. Y desde entonces, solo dos veces el ganador ha sido miembro de un equipo que ha quedado por debajo de la tercera posición: Jokic en 2021 y Russell Westbrook en 2017. El premio va de la mano casi siempre con ganar partidos, con la única excepción de Kareem en 1976, la única vez que ha habido un ganador que no se ha clasificado a playoffs. 

El proceso de votación ha ido cambiando con los años. Originalmente eran los propios jugadores los que elegían al mejor jugador de la competición, pero desde 1981, el premio lo elige un panel de periodistas, que votan al top-5 de la liga. Diez puntos al primero, siete al segundo y luego cinco, tres y uno para el último. Además, desde 2014 la liga decidió hacer públicos los votos con el objetivo de forzar una mejor toma de decisiones ante el miedo al escarnio mediático, aunque es cierto que los grandes mercados de la competición dominan el premio. Boston Celtics (10) y Los Angeles Lakers (8) han ganado más premios que cualquier otra franquicia, con todavía ocho sin haber conseguido un MVP. 

Es el galardón de la temporada regular más importante, el de mayor valor para los jugadores y el que solo aspiran las superestrellas de la NBA. Ganar el MVP significa entrar en los libros de historia de la competición y del baloncesto, ser candidato al Salón de la Fama. Ganar el MVP significa ser, al menos en un momento de la historia de la NBA, el mejor jugador, que son palabras mayores.

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