Por Pablo Alberola

Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha querido entender y controlar todo lo que sucedía a su alrededor. Se han conquistado los mares más remotos y subido las montañas más altas, pese a ello, nada nos ha fascinado tanto como volar. Muchos han intentado a lo largo de la historia domar el viento de muchas maneras, sin embargo, todavía siguen siendo muy pocos los que han podido dominarlo y hacerlo sentir su hábitat natural. En 1977, 55 años después de la invención del avión en EE.UU. y 8 años después de la llegada del primer hombre a la luna, nacía en Florida un joven que venía al mundo con la misión de hacernos disfrutar cuando sus pies se levantaran por encima del suelo.

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Vincent Lamar Carter no sabía volar, pero se quedaba bastante cerca. Sus 22 años de carrera en la NBA están repletos de momentos espectaculares en los que nos ha cautivado haciéndonos mirar hacia arriba, pero también de mudanzas que le hicieron volar por todo Norteamérica. Desde su selección en el draft del 98 por unos famélicos Raptors hasta acabar su trayectoria como el jugador más longevo de la historia en los Atlanta Hawks, pasando por New Jersey, Orlando, Phoenix, Dallas, Memphis y Sacramento entre medias, Carter sobrevoló el país para convertirse en un verdadero trotamundos.

Esta temporada, Vince Carter pasará a la historia grabando su nombre en el Salón de la Fama y con su camiseta colgada en lo alto de los dos pabellones en los que se convirtió en una verdadera estrella. Por ello, repasamos en este artículo la historia de un superhéroe que ha atravesado 4 décadas en la mejor liga del mundo.

Fase 1: Carreteo

La década de los 80 en la NBA fue una de las que más impacto generó en los jóvenes fans del baloncesto. Una gran cantidad de jugadores poblaban una liga que empezaba a despegar como un producto que cruzaría fronteras. Magic Johnson, Larry Bird y Kareem son solo algunos de los protagonistas de aquella histórica época. Sin embargo, era Dr. J el que atraía la atención del joven Vince. Julius Erving fue el héroe de muchos de los héroesde las estrellas actuales, un pionero que conquistó el corazón de los fans con sus jugadas espectaculares, siendo uno de los primeros que entendió que un mate podía ser mucho más que 2 simples puntos. Y, como él, nuestro protagonista desde joven demostró que tenía unos muelles que le valieron el apodo de OVNI (Objeto Volador No Identificado) entre sus amigos.  

Su impacto desde la escuela secundaria le convirtió en un prospect deseado por muchas universidades y, finalmente, la Universidad de Carolina del Norte conseguiría reclutarle. Carter llegaría como una verdadera estrella al campus, donde la prensa le pondría el apodo que le acompañaría el resto de su carrera: Vinsanity había nacido.

Con los Tar Heels jugaría tres años en los que compaginaría el baloncesto con su licenciatura de Estudios Afroamericanos, aunque tras no conseguir alzar el título de la NCAA en ninguna de sus temporadas, llegando tan solo una vez a la Final Four, terminaría por dar el paso definitivo y presentarse al Draft de la NBA del año 98.

Fase 2: Despegue

La noche del draft es sin duda una de las más importantes para el devenir de un jugador. Los nervios están a flor de piel y solo puedes pensar en qué parte de Estados Unidos… o Canadá puedes acabar.

Los Golden State Warriors seleccionarían a Vince Carter en el puesto número 5, aunque automáticamente sería enviado desde la playa de la Bahía de San Francisco hacia más allá del norte. Vinsanity llegaba a unos Toronto Raptors que tan solo llevaban 3 temporadas en la NBA y a los que muchos jugadores miraban con desprecio debido a la pobre cultura baloncestística de una ciudad que se decantaba por el hockey como deporte nacional. Vince Carter iba para poner todo eso patas arriba.

En Toronto coincidiría con otra de las grandes promesas de la liga por aquel entonces que, además, resultó ser familiar suyo. Tracy McGrady había aterrizado en el draft anterior en Canadá, aunque fue en unos años antes cuando se enteró que VC era realmente su primo. “Yo estaba sentado con su abuela y ella estaba hablando con la mía. La abuela de Vince dijo que su nieto jugaba al baloncesto en North Carloline. Cuando ella dijo 'Vincent' yo dije '¿Vince? ¿Vince Carter?' 'Si, él es mi nieto'”, recordaba T-Mac en una entrevista con su primo.

En su temporada rookie, marcada por el lockout más largo de la historia con 201 días de huelga, tan solo disputaría 50 partidos en los que terminaría con 18.3 puntos de media y con el Rookie of the Year expuesto en su vitrina. Carter despertó el interés en una liga que empezaba a mirar hacia Toronto con otros ojos.

Fase 3: Ascenso

Durante las temporadas siguientes, el sonido de los motores de aquellos Toronto Raptors se escucharía por toda la NBA con VC como piloto. En su año sophomore consiguió ser elegido para el All-Star y dejaría una de sus imágenes más icónicas con su “It´s over” después de llevarse un concurso de mates para la historia frente a su primo y compañero. Aquella temporada acabaría con “Air Canada” liderando a los Raptors hacia los primeros playoffs de la historia de la franquicia junto con el pívot Antonio Davis y T-Mac, donde caerían 0-3 frente a los New York Knicks (cuando aún las primeras eliminatorias se jugaban al mejor de 5).

 

El verano en Canadá estaría marcado por la marcha de McGrady rumbo a Orlando y la llegada de Lenny Wilkens a los banquillos. Esa campaña sería la que establecería a Carter como uno de los nombres propios de la liga, donde volvería a ser seleccionado como All-Star y llevaría de nuevo a los Raptors a playoffs con un récord de 47 victorias, el mayor registro hasta ese momento.

En Playoffs, tras vengarse de los Knicks en primera ronda consiguiendo el primer triunfo en postemporada de la franquicia, los Raptors caerían en Semifinales de Conferencia frente a los Sixers de Allen Inverson en un séptimo partido en el que Vinsanity fallaría un último tiro, envuelto de polémica, para ganar. Ese mismo día, Vince Carter acudió a su graduación unas horas antes de que Toronto jugara el partido más importante de su historia hasta el momento.

“Es un momento especial, y tenía que hacer esto por mí. Puedo estar aquí y jugar el game-7”, dijo el jugador después de usar el avión privado del propietario Larry Tanenbaum para llegar a tiempo al partido. Aquella salida de la concentración, que tan solo duró medio día, fue la excusa que encontraron periodistas y aficionados para culpar a Carter de la eliminación del equipo por un tiro que podría haber cambiado la historia de franquicia y jugador.

 

A pesar de todo, tras una campaña histórica, firmaría una extensión que le ligaba a los dinosaurios canadienses durante otros 6 años a cambio de 94 millones de dólares. Una unión que las lesiones empezarían a romper.

Fase 4: Turbulencias

La firma de aquel contrato en el verano del 2002 sería el principio del fin de la etapa de Vince Carter en Toronto. La estrella de los Raptors comenzó el año al mismo nivel que siempre, llegando a ser seleccionado para el All-Star, pero las lesiones le hicieron renunciar al partido de las estrellas y, después, a los playoffs, siendo obligado a pasar por quirófano para realizarse una artroscopia en la rodilla.

Todo lo que vino después terminaría de sentenciar la relación entre franquicia y jugador. La siguiente temporada solo estaría disponible para jugar 43 partidos, no pudiendo ayudar a su equipo a alcanzar los playoffs. “Air Canadá” recuperaría sensaciones una vez recompuesto tras su lesión, sin embargo, volverían a quedarse fuera en la postemporada por segundo año consecutivo, algo que llevo a la franquicia a destituir al cuerpo técnico pese a la oposición de su estrella. Aquel vuelo de larga duración llegaba a su fin y Vince Carter solicitaría ser traspasado después de 6 temporadas en Canadá, dejando uno de los titulares más impactantes de su carrera: “Ya no quiero hacer más mates”.

Fase 5: Crucero

Tras un inicio de temporada con roces entre la directiva y jugador, Vince sería finalmente traspasado a los New Jersey Nets en diciembre del 2004. A cambio, llegarían Alonzo Mourning, Aaron Williams, Eric Williams y rondas del draft en un intercambio que no conseguiría tapar un vacío que los fans de los Raptors rellenarían con rencor y rabia cada vez que Vinsanity pisara suelo canadiense.

En su etapa Net, VC se convirtió en un auténtico martillo cada vez que visitó el Air Canada Center, donde dejó algunas actuaciones estelares contra su exequipo que le valieron algún que otro reproche por parte del que fue su público. El clavo más fuerte en aquel ataúd fue cuando ambas franquicias se encontraron en primera ronda de playoffs en el 2007, con trágicas consecuencias para los Raptors, aunque un partido en el que Carter forzó la prorroga con un triple sobre la bocina, para después ganar el partido con un mate en el último suspiro tampoco se queda lejos. 

 

Vince aterrizó en New Jersey para conformar un dúo estelar en el perímetro junto a Jason Kidd. En su etapa juntos con los Nets conseguirían clasificar al equipo para playoffs en los tres años que compartieron vestuario, aunque en ninguna de ellas superaron las Semifinales de conferencia. Durante su aventura en Nueva Jersey, también viviría la que sería su última temporada como All Star en el año 2007, cerrando una participación de 8 años consecutivos siendo elegido para el partido de las estrellas.

En 2008, tras no cumplir las expectativas del proyecto, los Nets traspasarían a Jason Kidd dirección Dallas, dejando a Carter como líder del equipo, aunque su tiempo en la franquicia también estaba cerca de terminarse. La temporada 08/09 sería la última que vestiría la camiseta de los Nets, en la que formó una gran pareja anotadora exterior junto con Devin Harris. Sin embargo, terminaría por hacer las maletas para poner rumbo a Orlando, donde venían de perder las Finales de la NBA frente a los Ángeles Lakers de Kobe y Pau.

En Florida, su tierra natal, coincidiría con Dwight Howard, que volvería a liderar al equipo a las Finales de Conferencia del Este frente a los Boston Celtics, la primera vez en la carrera de Vince Carter que superaba la segunda ronda de playoffs. Además, aquella temporada también sería la primera vez desde su temporada rookie que bajaría su promedio de anotación por debajo de los 20 puntos por partido, obligándole a dar un paso atrás en la escalera de la rotación.

El paso por los Magic sería efímero. Al inicio de su segunda temporada saldría traspasado rumbo a Phoenix en un intercambio entre varios equipos, dando comienzo a una nueva etapa en su carrera.

Fase 6: Aproximación

Su tiempo en el desierto de Arizona también se acabaría pronto, aunque sería con los Suns con quienes conseguiría alcanzar los 20.000 puntos en su carrera, un hito al alcance de muy pocos. Al acabar la temporada en Phoenix, adiós muy buenas, VC se convertía en agente libre para poder elegir un nuevo destino para continuar su periplo por la NBA.

En 2011 firmaría por tres temporadas con los flamantes campeones de la NBA, los Dallas Mavericks, que se habían impuesto en las Finales ante los súper Miami Heat de Wade, LeBron y Bosh. Allí volvería a reencontrarse con Jason Kidd, completando el quinteto junto con Shawn Marion, Haywood y Dirk Nowitzki. Sin embargo, en ninguna de aquellas temporadas superaría la primera ronda de playoffs con un equipo que estaba lejos de parecerse al que fue campeón.

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Al caer eliminados ante los San Antonio Spurs en un séptimo partido en primera ronda en la temporada 13/14, Vince Carter volvería a salir al mercado. Esta vez pondría rumbo a Memphis por otros tres años en los que coincidiría con nuestro Marc Gasol sobre la pista. Su etapa con los Grizzlies estaría marcada por un paso atrás en los minutos y en la anotación, siendo la primera vez que bajaba de los 10 puntos por partido. Tras aquel contrato, firmaría un año con unos jóvenes Sacramento Kings que buscaban dotar de algo de experiencia a un vestuario repleto de rookies.

El fin de su carrera parecía estar acercándose después de cumplir 20 años en la liga. Durante estas etapas de su viaje por la NBA, en las que llevó la casa a cuestas por todo EE. UU. y a pesar de verse obligador a aceptar un nuevo rol en las rotaciones, Carter siguió metiéndolas de todas las maneras posibles, consiguiendo superar en la lista de máximos anotadores a jugadores como Larry Bird, Robert Parish, Charles Barkley, Oakley, Allen Iverson, Ray Allen o Patrick Ewing. Después de regalarnos su vuelo durante dos décadas, parecía que Vince estaba más cerca que nunca de poner los pies en el suelo, aunque todavía le quedaba un último aleteo que dar…

Fase 7: Aterrizaje

En el verano de 2018, con 41 años, Carter firmaría un contrato con los Atlanta Hawks, que, de forma poética, es el único equipo de la NBA con un ave como imagen de franquicia. En un roster repleto de jóvenes, la ya leyenda de la NBA se convertiría en el líder veterano de un vestuario que le pondría el apodo de “Yoda”, por su experiencia y enorme conocimiento sobre el juego. Vince sería el mentor de un joven Trae Young, que en varias ocasiones ha reconocido la importancia del ya exjugador sobre aquel equipo que unos años más tarde llegaría a jugar las Finales de Conferencia en el Este.

En esta última parada de su carrera, obligada a terminar antes de tiempo por culpa del COVID-19 en 2020, pondría fin a un vuelo histórico tocando tierra después de alcanzar los 25.728 puntos totales, siendo el número 20 histórico de la NBA, en 1541 partidos totales (3º histórico).

Cuatro años después de su último partido, Vince Carter se prepara para vivir el mayor de sus homenajes, el sueño que cualquier joven amante del basket querría: ver colgada su camiseta en lo más alto del estadio. Vinsanity ya ha entrado como miembro honorifico del Basketball Hall Of Fame y, además, esta temporada 24/25 verá su dorsal #15 colgado en lo alto del pabellón de las dos franquicias más importantes de su carrera: Brooklyn (15 de enero) y Toronto (2 de noviembre), siendo el primer jugador de la historia de los Raptors con su número retirado.

Así, un jugador para la historia pondrá el broche de oro a una carrera dejando atrás polémicas, historias, amigos y rivales para consolidarse como una leyenda que será recordado como él siempre había querido: como un showman. Ahora, Vince Carter se prepara para dar un último salto para la eternidad y volar por siempre en la memoria de la NBA.