Escrito por Kike García

Las últimas seis temporadas de la NBA han sido las más productivas de la historia de la liga en cuanto a efectividad ofensiva. La evolución de los ataques ha continuado, basada especialmente en el aumento constante del uso del triple, y gracias a ello estamos viendo los ataques más complicados de frenar de la historia de la NBA.

CONTENIDO EXCLUSIVO: Los momentos inolvidables de ANTONI DAIMIEL en la NBA

Curry triple NBA Finals Ataque defensa estadística avanzada

Es muy difícil comparar diferentes épocas, pero desde el punto de vista estadístico lo más sensato es hacerlo con cifras medidas por cada 100 posesiones, pues es una forma de igualar a todos en un contexto un poco más parecido. Y si miramos el rating ofensivo medio, la cantidad de puntos por cada 100 posesiones que se anotan, vemos que estamos viviendo un boom de la producción ofensiva.

Estos son los ratings ofensivos medios más altos de la historia de la NBA según Basketball Reference:

  1. 2020-21: 112.3
  2. 2021-22: 112.0
  3. 2019-20: 110.6
  4. 2018-19: 110.4
  5. 2016-17: 108.8
  6. 2017-18: 108.6

Para encontrar una temporada anterior a este siglo nos tenemos que remontar a la 1994-95. Y, antes que esa, nos tenemos que ir ya a la 1986-87. Estos datos solo se tienen a partir de la temporada 1973-74, la campaña que tiene el peor rating ofensivo de la historia con tan solo 97.7 puntos metidos por cada 100 posesiones. Curiosamente, esa misma temporada es en la que a más posesiones se jugó de entre todas las que hay registradas, con 107.8 posesiones de media por partido. En la NBA clásica podríamos decir que la importancia actual del triple la tenía en aquel entonces el tiro libre. En la 1952-53 uno de cada tres intentos de canasta llegaba desde la línea de tiros libres. En la 2021-22 hemos visto todo lo contrario, con tan solo un 19.2% de los intentos de canasta llegando desde la línea de personal, la cifra histórica más baja.

Durante décadas, la mejora de la efectividad ofensiva se produjo por la pura evolución de los jugadores y del juego. Los participantes cada vez eran mejores, así como su preparación física y las estrategias. Pero la media de rendimiento ofensivo era muy irregular. En la temporada 1994-95 se alcanzó el mejor rating ofensivo medio de la historia hasta ese momento, con 108.3 puntos anotados por cada 100 posesiones, pero cinco años después había caído a 104.1 (1999-00). Los factores también son múltiples en este aspecto, desde las propias normas de la liga (como el hand checking, que se eliminaría después para favorecer a los ataques) hasta el propio estilo de juego predominante, con épocas en las que la zona estaba más concurrida que la línea 6 del metro de Madrid en hora punta.

REGÍSTRATE GRATIS y disfruta de un 10% de DESCUENTO en la TIENDA OFICIAL de la NBA

El crecimiento en el rating ofensivo medio en los últimos años se puede trazar de forma casi paralela al crecimiento del uso del triple. En la temporada 2011-12 se alcanzó un nuevo récord de triples lanzados por cada 100 posesiones, con 20.0 de media. En aquel momento ya se hablaba del “abuso” que empezaban a hacer algunos equipos del triple, de esos que “vivían y morían” por el triple, lo cual se veía como una forma insostenible de plantear la estrategia de un equipo. Ahora, una década después, ese récord ha sido pulverizado, con 35.6 triples intentados por cada 100 posesiones. En todas y cada una de esas temporadas que han pasado entre medias, el récord se ha ido batiendo de manera consecutiva:

  • 2011-12: 20.0
  • 2012-13: 21.5
  • 2013-14: 22.7
  • 2014-15: 23.7
  • 2015-16: 25.0
  • 2016-17: 27.8
  • 2017-18: 29.6
  • 2018-19: 31.8
  • 2019-20: 33.8
  • 2020-21: 34.7
  • 2021-22: 35.6

¿Hasta qué punto puede seguir aumentando la cantidad de triples que se intentan en un partido de la NBA?

En esta última temporada hubo 14 equipos que lanzaron al menos un 40% de sus intentos de canasta desde más allá de la línea de 3 puntos. El tope lo firmaron los Utah Jazz, con un 46.8% de sus lanzamientos en forma de triples, y el porcentaje más bajo fue el 33.2% de los Chicago Bulls. La media de la liga estuvo casi en un 40%. Es decir, que de cada 10 intentos de canasta que se produjeron en la NBA, casi cuatro fueron triples. Si sumamos que el acierto en el porcentaje de lanzamiento efectivo (eFG%) también tiene sus mejores cifras históricas en los últimos siete años, sacamos una conclusión: no solo se lanzan más triples que nunca, también se es más efectivo que nunca en la selección y ejecución de los lanzamientos.

Esto ha tenido consecuencias muy importantes y que van más allá de que nos fijemos solo en los ataques. A nivel global, el juego es más variable. El peso del triple hace que se produzcan cada vez más resultados abultados y que haya menos finales igualados, pero también facilita que nos encontremos con más remontadas. Una buena racha de triples de un lado o del otro puede decantar un partido o volver a igualarlo cuando parecía encarrilado. Pero a los que se les ha complicado realmente la vida es a los encargados de intentar defender a estos ataques, ya sea dentro de la pista o desde el banquillo organizando la estrategia.

Descuento NBA Store Regístrate gratis en el NBA ID y disfruta de todas las ventajas de ser miembro

Descuento NBA Store Regístrate gratis en el NBA ID y disfruta de todas las ventajas de ser miembro

Antiguamente, el juego se desarrollaba más cerca del aro. Se jugaba con dos interiores grandes, con movimientos de espalda a la canasta, jugando en el poste. Los jugadores exteriores tenían como objetivo llegar hasta el aro, o lanzaban desde la media distancia. Se debía defender a grandes jugadores igualmente, pero el juego se desarrollaba en un área más pequeña. Ahora tienes a jugadores a los que debes defender a 8 metros o más de distancia porque son una amenaza constante de triple. En la mayoría de las posesiones, uno o dos defensores tienen que estar atentos a los lanzadores que se colocan en la esquina, la zona de triple más cercana al aro y de mayor acierto. Cada vez hay más gente que propone que se amplíen las dimensiones de la cancha de baloncesto, porque cada vez se está quedando más pequeña.

Todo lo anterior también ha tenido como consecuencia que ahora veamos una NBA más rica en defensas, con muchos tipos de reacciones diferentes a los bloqueos, con drop, switch, zonas, caja y uno, etc. Sin embargo, las anotaciones no hacen más que subir, empujadas por la influencia del triple, la mejora en los porcentajes, y la evolución general de los talentos. Siempre habrá equipos mejores que otros en defensa y a la hora de negar a los atacantes rivales sus mejores armas, pero, habitualmente, las evoluciones defensivas van siempre por detrás de las ofensivas. Y aunque algunas como las de los Boston Celtics o los Golden State Warriors han alcanzado un nivel muy alto, no existe una defensa que haya conseguido descifrar aún cómo frenar la ola ofensiva del baloncesto moderno.

No es que no se defienda en la NBA. Es que es muy complicado frenar a los ataques más efectivos de la historia.